lunes, 3 de diciembre de 2012

Pido disculpas por no actualizar el blog. Es que sencillamente a veces una se aleja del tiempo, del espacio, se sumerge en algún círculo extraño de la rutina, abrumada con alguna otra cosa.
A veces pasa. Y lástima que sea tan seguido en estos tiempos en donde nos cuesta hasta respirar.
Pero el tiempo sigue pasando y lo importante no es cuándo ni cuánto tiempo estén dos personas. Sino es que sencillamente cuando lo hagan, sea fabuloso, que dos miradas se encuentren, que aquellas palabras gloriosas salgan por los labios y se estrellen con el corazón del otro.
Y eso es lo que realmente importa. Vivir la vida intensamente.

Éste mes les prometo que pondré más películas que nos llegan al corazón.  Y debo decirle que hace pocos días me encontré con algo hermoso y que jamás había puesto mi mirada en ello. Y es en las películas de amor de época son sencillamente hermosas, contundentes, y muestran un amor tan puro que parece que el cuerpo no existe y el alma ha sido mandada a algún paraíso terrenal.

Así que les prometo que seguiré con mi análisis de la película Keith


También quiero hablar de películas que hace pocos días han tocado a la puerta de mis ojos en el margen de una simple casualidad y han cambiado mi percepción de ver la vida.
JANE EYRE

Persuación

Y por último, una película que pertenece a uno de los íconos más importante del cine: Woody Allen

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